Lindos vestidos, sesiones de belleza, clases de etiqueta, deliciosos platillos, todo lo que una joven podía soñar. La expectativa de las chicas era grande, ¿quién iba a ganar el concurso de belleza? ¿Quién sería capaz de llegar al corazón del gran Asuero, rey de Persia?
Ester no podía imaginar que desde ese día su vida cambiaría para siempre, estaba destinada al trono.
Nadie lo imaginaría, pero la elegida fue la niña huérfana, judía de nacimiento y criada por su primo.
Ester era hermosa, temiente a Dios. Era fuerte, valiente y decidida. Es cierto que ahora vivía en el palacio con todos los beneficios, pero su corazón no estaba en él.
Una trampa estaba siendo preparada en contra de los judíos y Dios tenía que entrar en acción, ¿con quién podría contar?
Ester con su fe admirable y valiente, era el único vínculo entre el rey y el pueblo.
Siguiendo la dirección de Dios, ella salvó a su pueblo de una muerte segura, poniendo su propia vida en riesgo cuando rompió el protocolo de la corte, presentándose ante el rey sin ser llamada.
Su frase más célebre "si perezco, que perezca", hizo de esta mujer una heroína.
Dios usó a Ester para cumplir Su plan, como reina sería la única persona que Dios podría usar para salvar al pueblo de Israel del exterminio.
Y tú, ¿hasta dónde estás dispuesta a llegar para realizar el plan de Dios?
Las cosas no siempre son claras, a menudo no comprendemos las situaciones, porque suceden ciertas cosas, pero Dios trabaja de esa manera.
Lamentarse y hacerse la víctima no ayudará en nada. Mira el ejemplo de Ester, perdió a sus padres, no tenía a nadie en el mundo a no ser el primo que la crió, pero su fe en el Dios de Israel hizo la diferencia.
No pienses más en tu pasado, o en la poca suerte que tuviste, o las injusticias que ya sufriste.
No importa las circunstancias, el lugar, o lo que digan, mira hacia adelante, usa tu fe, porque cuando Dios actúa, ¿quién podra impedirle?
No hay fuerza humana que tenga ese poder.
Ester no podía imaginar que desde ese día su vida cambiaría para siempre, estaba destinada al trono.
Nadie lo imaginaría, pero la elegida fue la niña huérfana, judía de nacimiento y criada por su primo.
Ester era hermosa, temiente a Dios. Era fuerte, valiente y decidida. Es cierto que ahora vivía en el palacio con todos los beneficios, pero su corazón no estaba en él.
Una trampa estaba siendo preparada en contra de los judíos y Dios tenía que entrar en acción, ¿con quién podría contar?
Ester con su fe admirable y valiente, era el único vínculo entre el rey y el pueblo.
Siguiendo la dirección de Dios, ella salvó a su pueblo de una muerte segura, poniendo su propia vida en riesgo cuando rompió el protocolo de la corte, presentándose ante el rey sin ser llamada.
Su frase más célebre "si perezco, que perezca", hizo de esta mujer una heroína.
Dios usó a Ester para cumplir Su plan, como reina sería la única persona que Dios podría usar para salvar al pueblo de Israel del exterminio.
Y tú, ¿hasta dónde estás dispuesta a llegar para realizar el plan de Dios?
Las cosas no siempre son claras, a menudo no comprendemos las situaciones, porque suceden ciertas cosas, pero Dios trabaja de esa manera.
Lamentarse y hacerse la víctima no ayudará en nada. Mira el ejemplo de Ester, perdió a sus padres, no tenía a nadie en el mundo a no ser el primo que la crió, pero su fe en el Dios de Israel hizo la diferencia.
No pienses más en tu pasado, o en la poca suerte que tuviste, o las injusticias que ya sufriste.
No importa las circunstancias, el lugar, o lo que digan, mira hacia adelante, usa tu fe, porque cuando Dios actúa, ¿quién podra impedirle?
No hay fuerza humana que tenga ese poder.
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