lunes, 19 de diciembre de 2011

Semáforo Espiritual…


El Espíritu Santo es como una señal de tránsito.

Cuando se enciende la luz verde, significa que debemos ir adelante, pues Él irá con nosotros y nadie podrá impedirnos nada.

Esta es la hora de usar la fe, no mirar para atrás y explotar!

“¿Qué diremos, pues, a la vista de estas cosas? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros?”

La luz amarilla se enciende cuando Él nos quiere alertar que el camino que estamos siguiendo puede, eventualmente, ser desastroso.

“Todas las cosas me son licitas, pero no todas convienen”.

Y cuando se prende la luz roja es una orden para que no prosigamos en el camino que elegimos.

En caso de que ignoremos el consejo del Espíritu Santo, seguramente tendremos un accidente.

“Es que obedecer es mejor que sacrificar”.

Así como el semáforo no forzará a nadie a obedecer sus señales, el Espíritu Santo tampoco nos forzará a obedecerlo, pero siempre estará listo para orientarnos.

De la misma forma que el tránsito sin los semáforos es un desastre, así es la vida de aquellos que no poseen el Espíritu Santo.

1 comentario:

  1. Lindas reflexiones, Dios es Fiel y nunca nos deja solas, quiero invitarle a mi blog www.creeenjesusyserassalvo.blogspot.com
    MI TESTIMONIO DE SANIDAD PARA LA GLORIA DE DIOS.

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