martes, 15 de noviembre de 2011

ESPÍRITU DE CERDO





Un carnicero estaba en su negocio y se vio sorprendido al ver entrar a un perro. Él ahuyentó al perro, pero enseguida el perrito volvió.
Nuevamente, intentó espantarlo. Fue cuando vio que el animal traía un papel en la boca.
Tomó la nota y leyó: “¿Puede enviarme 12 salchichas y una pierna de carnero, por favor? Firmado…” El miró y vio que adentro de la boca del perro había un billete de 50 reales. Entonces, tomando el dinero, separó las salchichas y la pierna de carnero, lo puso todo en una bolsa plástica, junto al cambio, y lo puso en la boca del perro.
El carnicero quedó impresionado y como ya tenía que cerrar el local, decidió seguir al animal. El perro bajó a la calle, cuando llego al cruce dejo la bolsa en el piso, saltó y apretó el botón para activar el semáforo. Espero pacientemente con la bolsa en la boca hasta que la señal cerrara y pudiera cruzar la calle.
El carnicero y el perro fueron caminando por la calle, hasta que el perro se detuvo en una casa y puso las compras en la vereda. Entonces, tomando distancia, corrió y se lanzó contra la puerta. Volvió a hacer lo mismo. Y nadie respondía en la casa. Entonces, el perro rodeó la casa, saltó un muro bajo, fue hasta la ventana y comenzó a golpear su cabeza contra el vidrio varias veces.
Enseguida, caminó hacia la puerta, y fue cuando alguien abrió y comenzó a pegarle al perro. El carnicero corrió hasta la persona y lo interrumpió, diciendo: -Por Dios del cielo, ¿Qué está haciendo? ¡Su perro es un genio!
La persona respondió:- ¿Un genio? ¡Esta ya es la segunda vez en la semana que este estúpido se OLVIDA la llave!
Moraleja de la historia:
Usted puede seguir superando las expectativas, pero a los ojos de algunos, usted estará siempre por debajo de lo esperado. Cualquiera puede soportar las adversidades, pero si quiere probar el carácter de alguien, déle poder.
Si algún día alguien le dijera que su trabajo no es el de un profesional, recuerde: inexpertos construyeron el Arca de Noé y profesionales, el Titanic.
El que conoce a los otros es inteligente.
El que se conoce a si mismo es iluminado.
El que vence a los demás es fuerte.
El que se vence a sí mismo es invencible.
¡El espíritu del cerdo nunca está satisfecho!

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