domingo, 11 de septiembre de 2011

SEGUIR A DIOS REQUIERE RENUNCIA

Jesús jamás obligo a la gente a seguirlo, Él hacía que la gente pensara: "Y decía a todos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, sígame. Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí, este la salvara" (Lucas 9:23-24)
Jesús dijo que Él es el camino, pero no basta saberlo, hay que negarse a sí mismo. Además. Él garantizó que quien pierda su vida en este mundo por Su causa hallaría la vida que le gusta; pero primero debe dejar todo y entregarse, o sea llevar su cruz.
Esta renuncia le va a exigir sacrificio personales, ésa es la cruz, el precio que uno tendrá que pagar  para lograr uno tendrá que pagar para lograr una calidad de vida mejor, es hacer todo lo que contrario de lo que la sociedad hace, porque sólo los que se esfuerzan entran en el Reino de Dios. Uno va a pasar dificultades por seguir a Dios; va a ser maltratado, lo van a odiar, la gente ya no lo va a aceptar más, va a tener dificultades para encontrar espacio en la sociedad.
La vida con Dios es difícil; pero es una maravilla es gozo, porque usted tiene paz, alegría, recibe mansedumbre, e interiormente pasa a ser un revelado, un premiado por Dios

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